El contenido de Foundations fue desarrollado originalmente por el pastor Dick Woodward, de Virginia Beach, Virginia. Woodward empezó a crear Foundations después de que le diagnosticaran una rara enfermedad degenerativa en 1982.

Con el tiempo, Woodward se quedaría tetrapléjico y, durante los siguientes 20 años, seguiría escribiendo utilizando software de reconocimiento de voz, aconsejando, escribiendo en blogs y ministrando antes de que el Señor le llamara a casa el 8 de marzo de 2014.

Declaración de Fe

Creemos en un Dios eterno, Creador y Señor del mundo, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que gobierna todas las cosas según el designio de su voluntad.

Creemos en Jesucristo, el Hijo de Dios, que es Salvador y Señor, y que se entregó como rescate por los pecadores mediante su muerte en la cruz. Resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo, donde, como verdadero Dios y verdadero hombre, Jesús es el único mediador entre Dios y la humanidad.

Creemos que todas las personas son pecadores perdidos y no pueden ver el Reino de Dios si no es a través de un nuevo nacimiento. La justificación es por gracia a través de la fe sólo en Cristo.

Creemos en el poder del Espíritu Santo, el mismo Espíritu de Dios, enviado para dar testimonio del Hijo. Creemos en la obra del Espíritu de Dios para el nuevo nacimiento y crecimiento del individuo, y para la renovación constante de la Iglesia en verdad, sabiduría, fe, santidad, amor, poder y misión.

Creemos que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la única Palabra de Dios inspirada y escrita, infalible y sin error, nuestra guía para la fe y la práctica.

Creemos en una Iglesia santa, universal y apostólica. La vocación de la Iglesia es adorar y dar testimonio de Jesucristo, que es la Cabeza, predicando el Evangelio entre todas las naciones y demostrando su compromiso mediante el servicio compasivo a las necesidades de todas las personas.

Creemos que Jesucristo regresará personal y visiblemente en poder y gloria para consumar Su salvación y Su juicio. Dios manifestará plenamente Su Reino cuando establezca un nuevo cielo y una nueva tierra en los que Él sea glorificado por los siglos de los siglos.

ICM se suscribe el Pacto de Lausana.